De cara a los internautas, la web
2.0. ha democratizado la red. Una mayoría de personas, (siempre teniendo en
cuenta, un patrón de país desarrollado y con regímenes políticos democráticos),
han visto como la evolución de Internet,
hacia la denominada “2.0.” se ha incorporado a nuestras vidas para abrirnos un
entorno inimaginable de intercambio de información, ideas, relaciones tanto
personales como laborales, y con bastantes posibilidades de expansión al
servicio de nuestros gustos y necesidades.
Pero esto no ha sido algo
repentino, ni nacido de la nada, se ha creado sobre la base de la
tradicional web 1.0 o simplemente web.
La web tradicional era un medio prácticamente unidireccional en cuanto al
intercambio de información, basado en la Sociedad de la Información en medios
de entretenimiento y consumo pasivo.
Creo que la forma de
funcionamiento de la web social, como indica el artículo de José Antonio Merlo
Vega, Las Díez
claves de la Web social, son las claves precisamente de eso, de su éxito.
La fundamental, la participación, la cercanía de un medio que posibilita el
acercamiento para compartir y difundir y crear algo común, con personas que comparten
gustos o aficiones.
Por otra parte, los conocimientos
técnicos, por ejemplo, para poder publicar contenidos, no son los que se
requerían antaño, no es necesario ser un avezado usuario informático para poder
cooperar, compartir y ayudar a un fin común. Además, la facilidad de acceso
desde distintos terminales (teléfonos móviles, tabletas….) y las nuevas tecnologías
de la comunicación están estimulando el acceso a las redes sociales desde
cualquier parte, ya no hace falta tener una cable y estar físicamente conectado
a la red, vía satélite, casi desde cualquier punto terrestre se puede
participar.
Como dice, Merlo-Vega a las tecnologías
de la Web social, prefiere llamarlas tecnologías de participación, yo creo que
efectivamente la colectividad es la columna vertebral de estas herramienta, incluso
algunas de ellas, podrían identificarse
mas concretamente como tecnologías para la sociabilización. Y, efectivamente,
las comunicaciones interpersonales han
aumentado realmente, en cuanto a cantidad, eso esta claro, pero en la calidad,
no estaría del todo segura.
Yendo un paso mas allá en la evolución
de las redes sociales y pensando en los modelos que gestión de la información,
enlazamos con el concepto del etiquetado
como sistema que indica el autor, hay que tener en cuenta que los
contenidos crecen de forma exponencial, la sencillez en la recuperación de la
información esta clara, pero no tanto su efectividad. Previsiblemente, me pregunto si en un futuro
toda esa información generada, elaborada, difundida y al final etiquetada por los
usuarios, ¿será útil? o ¿nos ahogaremos en mares de información sin saber hacia
donde dirigirnos? Los métodos y herramientas que soporten a la Web semántica,
hoy por hoy existen, pero sería deseable que pudieran convertirse en cercanos a
los usuarios y desarrollarse como hábitos en la forma de trabajar y de
participar.
Otros proyectos de esta
participación colectiva, con resultados realmente beneficiosos, son los
proyectos de colaboración, como los que trabajan para el software libre o
abierto, por ejemplo. Es un camino que se esta labrando poco a poco y con mucho
esfuerzo por parte de mucha gente, pero que choca con otros intereses
comerciales de mayor influencia y que previsiblemente y viendo las luchas
actuales sobre derechos de comercialización, de competencia, etc. es una pena
que con la ley en la mano, se puedan limitar e incluso eliminar dichas
iniciativas.